El uso de la tecnología RFID se extiende en el mundo de la logística cada día más, ya que facilita la verificación de las operaciones de un modo rápido y seguro
Las principales aplicaciones involucradas a nivel logístico en un almacén (verificación de entradas y salidas, inventarios y comprobación del picking) se realizan con tecnología RFID UHF, que permite lecturas a largas distancias y garantiza la captura de todas las etiquetas. Una vez la mercancía es expedida fuera del almacén, queda mucho camino hasta el cliente final. La lectura de estas etiquetas no es posible sin un dispositivo especial. Con una etiqueta RFID NFC, cualquier Smartphone actual puede acceder a los datos. De este modo, repartidores y clientes finales tienen acceso a la información que cada uno necesita. El repartidor establece la verificación de la entrega correcta, el momento de la misma, la dirección, etc. Y el cliente final puede tener acceso a datos sobre el producto.
Ambas tecnologías son incompatibles entre si (un lector UHF no puede leer NFC y al revés) pero integrables. Es decir, que pueden coexistir en una “etiqueta Dual”.
Con la adopción de etiquetas “duales” que utilizan RFID UHF y a la vez NFC se facilitan las operaciones en los almacenes, en el reparto y en el cliente final. Ya no es necesario equipar a los distribuidores con dispositivos de lectura RFID, ya que desde cualquier Smartphone pueden leerse los datos en el punto de entrega.
Etiqueta dual
Se trata de una etiqueta que monta un chip de largo alcance (UHF) y otro con capacidad de lectura desde un teléfono móvil (NFC) a corta distancia. Ambos protocolos, aunque diferentes, pueden compartir la misma ID (identificación del paquete). De este modo, es posible leer en las operaciones del almacén una carga compuesta por varios paquetes desde un Arco RFID a varios metros de distancia. Se verifican las cargas de cada muelle validando que las expediciones son correctas y a la espera de que en el punto de entrega de cada unidad, el repartidor lea el código NFC con su móvil. En ese momento se cierra la transacción.
También permite al cliente final leer la etiqueta con su móvil para acceder a información adicional sobre el producto entregado, manuales de usuario y hasta su autenticidad.
Encriptación
La seguridad de los datos debe garantizarse, y a tal fin existen tanto procedimientos como protocolos.
El procedimiento más sencillo a la hora de proteger un dato en un tag RFID es que este dato no signifique nada para quien lo lea, a menos que tenga acceso a la base de datos. La lectura, y por tanto su significado, quedan ocultos. Lógicamente, lo que más preocupa en este sentido es la posibilidad de recodificado o manipulación del dato codificado y esto se resuelve mediante una encriptación con un código determinado que solamente poseen los equipos de la empresa. De este modo, no es posible modificar el contenido del chip.
Otro tema es la garantía de que no se pueda duplicar un tag, algo que a efectos de falsificación de artículos de lujo o medicamentos sería crítico. Esto es más complejo y lo abordaré en un artículo específico pero, de un modo esquemático, se trata de utilizar un chip especial que verifica datos del lector y verifica en la nube cada lectura, cambiando uno de los códigos del chip.
Mercados
Estas etiquetas tienen su principal aplicación en operaciones logísticas, donde su rentabilidad resulta evidente, así como también en el Sector de la Salud. Las salidas desde el almacén central del hospital al almacén de planta, los inventarios instantáneos, etc. se efectúan con RFID UHF mientras que la dispensación o el uso de cada elemento se lee con un móvil utilizando NFC.
No solamente evitamos el uso de dispositivos especiales que por el efecto multiplicador podría resultar costoso -imaginemos toda una flota de reparto o el personal ATS de un hospital-, sino que se utiliza un elemento con el que ya cuentan todos ellos: un Smartphone.
Formatos
Existen multitud de formatos distintos, según necesidad, que podríamos resumir en dos claramente diferenciados: una etiqueta adhesiva para uso masivo y una encapsulada y robusta para usos industriales (como por ejemplo la logística de barriles de bebida).
De la mano de los principales fabricantes de chips y etiquetas a nivel global, existen soluciones en materiales adhesivos de plásticos o papel para un solo uso de la etiqueta. O con encapsulados en epoxi o en ABS para usos industriales.
Gracias a sus funcionalidades de doble tipo de lectura, las etiquetas duales son un producto ideal para el comercio minorista que se centra en la experiencia del consumidor, la gestión de activos, la logística y el sector de la salud, entre otros muchos: Desde la fábrica hasta el cliente final.