En condiciones económicas normales las empresas tienen un inventario controlado acorde con sus proyecciones de ventas. Cuando la rotación no es la esperada los inventarios son capital retenido el cual hay que deslastrar de manera urgente sobre todo si superan los 30 días de antigüedad, o si está por encima del promedio de días de crédito que le dan sus proveedores para que el costo de financiamiento de tal inventario no afecte los estados financieros.
¿Qué pensaría si le dijera que existe un caso real donde es urgente comprar o producir lo máximo posible para mantener un inventario que garantice la supervivencia de las empresas y que no es precisamente a través de un Plan de Marketing?.
Se busca inventario
Los inventarios en Venezuela son la tabla de surf para sobrellevar la crisis, con urgencia las empresas comercializadoras y manufactureras se mueven en todos los niveles para poder obtener los pocos productos que se encuentran en los reducidos proveedores que aún quedan.
Permanecer operativas es su misión y visión, las distribuidoras y comercios venden hasta lo impensable para que su infraestructura y mano de obra se mantenga en actividad, lo llamo modo hibernación, salvando las diferencias con aquellos seres vivos que almacenan grandes cantidades de comida para enfrentar lo que se avecina
En Venezuela ya llegó el invierno desde hace más de una década y las empresas lo están afrontando reteniendo el talento de mayor valor, los inventarios de venta inmediata y las operaciones reducidas a la mínima expresión.
Los gerentes de finanzas y de compras bajo este frío invierno se transformaron en gurús del arte de sobrevivir, proyectan múltiples y complejos escenarios para mantener las empresas desde el punto de vista financiero en escasez, control de precios e hiperinflación. Los gerentes operativos están trabajando a su mínima exigencia preparándose para el esperado efecto rebote y volver a su rutina y estrés habitual de entregar a tiempo y en grandes volúmenes, cuidando los inventarios como un tesoro, los gerentes de ventas venden sin vender, más bien cobran, ya que todo lo que hay en el mercado es comprado por los millones de clientes que buscan desesperadamente productos, sobre todo alimentos y medicamentos.
En conclusión, dicen que de los problemas y las crisis se debe aprovechar al máximo la creatividad y ser resiliente. Eso está completamente demostrado por todas las empresas que hacen supervivencia en Venezuela. Es seguro que muchas de ellas serán las grandes empresas del mañana y las que se apagaron volverán a tener su gran esplendor. El simple hecho de salir de semejante atolladero es un logro sin precedentes.