Cadena de Suministro

Retos en la enseñanza de la Logística en El Salvador

DOES Congreso de docentes y estudiantes

Existen, al igual que otras disciplinas, retos importantes en la enseñanza de la Logística en el Salvador y en sus Instituciones de Educación Superior en nuestro medio. ¿Resulta importante reflexionar por qué la enseñanza de calidad en logística es tan escasa y difícil de lograr en nuestro medio? ¿Qué elementos dificultan el aprendizaje significativo de los alumnos? ¿Qué deberíamos cambiar para que la educación fuese más productiva? Me permito explicar al menos seis de los factores que considero más relevantes y aporto algunas propuestas más o menos atrevidas en cada uno de ellos.

Para entender los retos, es necesario conocer cómo se inicia la formación logística más estructurada en el país. Comencemos.

Los inicios

La logística podemos definirla en una forma sencilla como la ciencia y el arte del estudio de los flujos de materiales, información y dinero desde los proveedores hasta su punto de consumo. Involucra actividades como aprovisionamiento, producción, almacenamiento, distribución y elementos de flujos inversos asociados a las garantías y disposición final de los residuos del proceso.

Aunque siempre se han estudiado aspectos logísticos en forma aislada por parte de las asignaturas relacionadas a Compras, Inventarios, Producción, Canales de Distribución, y han existido un sinnúmero de cursos relativos a estas áreas, no fue sino hasta finales de los años 90 cuando su conocimiento deja de ser fragmentado. En esa época, bajo iniciativa de la Cámara de Comercio, un grupo de consultores del Latin American Logistics Center LALC, comienzan a impartir seminarios con un enfoque novedoso, verdaderamente integral.

Como por arte de magia, quienes tuvimos el privilegio de asistir a esos seminarios, rápidamente comprendimos la importancia de la logística en el quehacer empresarial y nacional y pensamos también que lo que faltaba era darle un contenido saturado de experiencias nacionales a la teoría básica, que de por sí era novedosa para los participantes. Ese fue un primer problema, porque las experiencias que teníamos eran fragmentadas y tomaría su tiempo aplicar conceptos como gestión de cadena de suministros, centros de distribución, kpi´s o indicadores logísticos a las empresas y poder contar con verdaderos casos de éxito. Al respecto, no es que no los hubieren s para ese entonces, pero el celo profesional de las empresas por no compartir información , independientemente de la finalidad – incluyendo la didáctica en las Instituciones de Educación Superior – dificultaban los esfuerzos por transmitir un marco teórico sustentado en la experiencia.

De una forma u otra se fue diseminando poco a poco el conocimiento e incrementando el interés de las diferentes instituciones de educación superior en el tema. Primero fue el Diplomado en Logística en la Universidad José Matías Delgado: luego, el Diplomado en Cadena de Suministro de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas; luego, el Diplomado en Logística de la Universidad Francisco Gavidia; luego, la Ingeniería en Logística de la Universidad José Matías Delgado y, finalmente, la maestría en Logística de la Universidad Francisco Gavidia, única de su tipo en Centroamérica.

Al margen del éxito rotundo, mediano o mínimo, y de lo intermitente que resultaban algunos de estos programas formativos y otros de consultoras especializadas, lo valioso de ese entonces es que se comenzaron a adecuar los planos formativos adecuaron a una realidad concreta y compleja como la nuestra. Y es que para entonces, como ahora, el verdadero valor formativo en logística radica en compartir experiencias – afortunadas y otras no tanto –, formar criterios y no tanto en compartir teorías, ejemplos y conceptos del primer mundo. Cierto que edifican, proponen ejemplos inspiradores, pero lamentablemente no nos sirven lo suficiente para transformar la realidad. Historias como la de la IBM, GE, Coca Cola, Ford, etc son útiles, pero localmente conviene saber mejor cómo salieron adelante empresas locales como TACA, Diana, Capri, Freund, AVX, etc.

Coyunturalmente El Salvador vivía un momento favorable a la logística. El país apostaba por ser un Hub logístico en la región. Sobresalientes infraestructura Creímos en la globalización, con todos sus problemas, en los Tratados de Libre Comercio TLC´S que el país se apresuraba a firmar, en la conectividad e integración regional, en el canal seco que uniría el puerto de La Unión con Puerto Cortes, Honduras, etc. Todo apuntaba a que El Salvador sería el país más competitivo de la región.

Reto 1: La logística es un término incomprendido y complejo

LogísticaMuchos asocian a la logística únicamente al transporte y sus actividades relacionadas. La creación de redes de distribución, la gestión de flotas, el análisis del mejor canal de distribución para llevar el producto al cliente son temas en los que casi todos coincidimos. Cierto es que el transporte forma parte, pero no lo es todo. En forma simplificada, la logística abarca el abastecimiento de productos y materias primas (localmente o importándolas), la logística de almacenamiento, la logística de producción, la logística de distribución y, finalmente, la logística inversa.

La complejidad inherente a la logística requiere, por una parte, que el catedrático tenga los conocimientos actualizados y las experiencias necesarias para compartir un conjunto de buenas prácticas y técnicas. Asimilar toda esta complejidad de forma integral no resulta fácil para el catedrático, mucho menos para el alumno que sin haber tenido un roce laboral le toca incursionar por estas aguas turbulentas.

Los algoritmos matemáticos y la determinación de indicadores claves de desempeño (KPI) , pasando por el modelo SCOR, la implementación de tecnologías informáticas no muy conocidas como los ERP, WMS, CRM, TMS, DRP, etc, ahuyentan por igual a profesores y alumnos. Desde mi óptica no debiera ser así, por cuanto hay carreras que requieren igual o mayor grado de abstracción. Pero igual, todo ello contribuye a una imprecisión del término y a sobredimensionar su complejidad.

Algo también está pasando porque los programas de estudio y las competencias o habilidades que los alumnos deben lograr no están tampoco claras. Es una situación difícil en la que se requiere que el catedrático – normalmente un profesional contratado por horas – que aporte claridad al contenido programático. Dicha temática tomada, en el mejor de los casos, de libros de texto cuya traducción resulta imprecisa, están salpicados a de términos sin traducción como SUPPLY CHAIN, SKU, Picking, IRA, KPI´S, Fill Rate, Crossdocking, etc.

Para muestra , otro botón. Una situación muy particular merece la logística inversa, cuyo estudio de los flujos inversos (retornos, garantías, mercados secundarios y disposición final de los desechos con enfoque medioambiental) es relativamente reciente. En los comienzos de los años 90´s, el Council of Logistics Management (Hoy Council of Supply Chain Management Professionals) publicó sus primeros estudios, los cuales han sido acompañados por la preocupación constante por el reciclaje y el impacto medioambiental de las operaciones logísticas. Todavía hay confusión de términos como retrologística, logística medioambiental, logística inversa, logística de retornos, logística verde, etc.

Dos preguntas para meditar: ¿Cuál es la diferencia entre logística y cadena de suministro? ¿Cuántas cadenas de suministro puede tener una empresa?

Reto 2: Falta de integración Universidad – Empresa – Alumno

FormaciónEntendamos esto primeramente. La logística no fomenta visiones fragmentadas de la realidad, sino que da una visión integradora. Es, por demás decirlo, una disciplina que requiere colaboración y conciliar, de manera racional, objetivos contrapuestos entre empleados y funciones departamentales. Comprar barato, por ejemplo, puede no ser siembre lo más conveniente, si no se toman en cuenta costos financieros, rotación de inventario, calidad, espacio de almacenaje, transporte al cliente, etc. Tenemos también el caso de los vendedores que ofrecen lo que no se posee en inventario y que después de hecha la venta resulta muy difícil cumplirle los plazos ofrecidos al cliente.

En nuestro medio, en una gran mayoría, cada área o departamento de las empresas actúa de manera independiente y busca optimizar sus objetivos departamentales, sin tomar en cuenta otros objetivos también importantes de otras áreas. No se optimiza el objetivo de la empresas, sino la de sus funciones individuales. La logística no es , en resumen, apta para llaneros solitarios, entraña una nueva forma de pensar…. y de actuar.

Y al buscar el origen de tal fragmentación, nos topamos con una sorpresa. Cuando revisamos los pensum de las universidades del país, raramente encontramos una materia de logística como tal en sus planes de estudio. Claro que existen materias como inventarios, investigación de operaciones, administración de la producción, etc. Pero ello no es suficiente y al alumno se le dificulta encontrar un marco de referencia global que dé razón de ser a su aprendizaje. Ellos tampoco tienen conciencia clara de lo que es logística y no es su culpa. Revisemos los planes de estudio concienzudamente.

Quizá la integración pudiera mostrar avances mediante la colaboración de las Instituciones de Educación Superior con las empresas, gremiales e Instituciones Autónomas relacionadas con la infraestructura logística del país en proyectos específicos que permitan realizar proyectos, labores de investigación o prácticas profesionales en sus instalaciones o simplemente permitir visitas técnicas. Los esfuerzos y logros existentes son aislados, no sostenibles en el tiempo, porque se dan en base a relaciones sociales que existen entre los catedráticos y los ejecutivos de las empresas.

En una ocasión, obtuve el permiso de realizar una visita técnica a una empresa importante localizada en el departamento de La Unión, con la única restricción de que debía hacerse entre lunes y viernes. El intento se frustró porque el catedrático trabaja y los alumnos también y resulta complicado coordinarse en una visita, que también requiere inversión de tiempo adicional al presupuestado para todos. Aproximadamente seis horas sólo de transporte ida y vuelta.

El puerto de La Unión despierta todavía inquietudes entre los alumnos. En más de una oportunidad he escuchado que quisieran visitarlo. Lamentablemente, la operación es nula y es poco lo que puede esperarse. Del puerto de Acajutla y Aeropuerto Monseñor Romero no existe apertura a visitarlos por cuestiones de seguridad. Resulta difícil que el catedrático conozca pormenores de la operación y más difícil transmitirle al alumno un conocimiento práctico.

Otro medio para fomentar la integración consiste en permitir que personal de empresas relacionadas con logística impartan conferencias o muestren sus productos o servicio en los recintos de las Universidades, bien sea en apoyo a cátedras específicas o bien bajo el esquema de una feria logística la que, por cierto, nadie ha organizado una todavía.

Reto 3 : Falta de laboratorios y tecnologías en las Instituciones de Educación Superior

LaboratorioAl margen de que los catedráticos conozcan lo suficiente de equipos, instrumentos y tecnologías para la enseñanza de temas logísticos, lo que sí está claro es que ello representa una inversión muy cuantiosa en relación a la matrícula. Veamos algunos ejemplos.

Sería interesante que se pudiera tener un laboratorio para la creación, impresión y lectura de códigos de barra. Ello involucra tener el software adecuado, el impresor de códigos, el handheld escaner y otros recursos que deberán estar disponible para cada grupo de clase. En este ejemplo, un módulo para un grupo de cinco alumnos puede requerir unos $8,000 , por lo que un laboratorio tendría que contar con al menos cuatro módulos, lo que hace $32,000 para aprender lo básico de esta tecnología que tiene, por cierto, más de 50 años y todavía no se implementa en muchas empresas nacionales. Si los códigos de barra lucen caros, la inversión resultaría más cuantiosa tratando de implementar un pequeño laboratorio con RFID.

Y si esto parece oneroso, véamos lo que ocurre con el software. Pudiese resultar atractivo para el aprendizaje el uso de simuladores como el Process Model, software como el ERP SAP, MINITAB, FORECASTX, FLEET MANAGER para gestión de flotas de transporte, etc. Únicamente , para cuantificar en base a precios actuales, la versión del Process Model para 20 licencias cuesta alrededor de $9,000, precio preferencial académico. Con otros softwares encontramos que cada licencia de ForecastX cuesta $2,000 , Minitab por $1,500 por licencia. Ahorrando un poco, podríamos realizar una inversión de $60,000 con software que permitiría generar aprendizaje práctico.

Otro caso. A muchos les gustaría aprender a manejar un montacarga. Si se desea al menos tener una práctica del mismo, puede alquilarse por $700 las cuatro horas. No resulta rentable para las Instituciones de Educación Superior.

En cátedras como Transporte y Redes de Distribución resulta interesante la construcción de rutas de despacho mediante el uso de la tecnología GPS. Para ello, el alumno deberá tomar las coordenadas satelitales en los puntos de reparto que sirven como ejemplo y luego volcar los datos en una plataforma electrónica. El uso de dispositivos móviles – con sus claras limitaciones – contribuye a disminuir los montos de inversión, pero siempre se requieren aplicaciones robustas que pueden o no estar en línea.

Entiendo el hecho de que si se adquiere un software y se enseña para modelar y resolver problemas complejos, los alumnos aprenderán a utilizar ese software específico, aunque puede que al graduarse vaya a lugares donde existe otro o donde no haya nada. Aparte del software, hay que elaborar guías de laboratorio y los profesores deben dominar el material para poder enseñarlo. Se deberá prever, entonces, la capacitación constante al docente.

Soy de la opinión que mientras el volumen de la matrícula de alumnos en logística no aumente significativamente, será difícil que se invierta en laboratorios, equipos y software.

Reto 4 : El docente o catedrático en logística

Catedrático UniversidadEl docente que la logística requiere en la actualidad es una persona que se encuentre o haya estado en contacto directo con la realidad compleja de nuestro medio, que sea una persona formada en la práctica y que conozca del tema. En vista de ello, la de reclutamiento de docentes son principalmente ejecutivos logísticos y consultores que, lógicamente, Su incorporación, en este sentido, es beneficiosa aunque no suficiente para garantizar la educación de calidad a los alumnos, ya que para ello se deben dominar ciertas competencias docentes y, a muchos de ellos, realmente no les interesa impartir clases porque se encuentran muy ocupados, porque la paga no parece, porque hay un desgaste tratando de enseñar a estudiantes que pareciera llegan obligados, etc.

A pesar de contar con un programa estructurado basado muchas veces en el modelo de competencias, en la práctica los contenidos en logística son impartidos con un matiz específico que le da el catedrático de acuerdo a su experiencia y a sus conocimientos propios de la asignatura. Esto es válido, pero origina un nuevo reto, ya que no se tiene regularidad en la contratación de los catedráticos y se cambia constantemente de ellos.

Varios casos pueden ocurrir. Primer caso: a pesar que un catedrático haya mostrado mucha competencia, eso no le garantiza impartir el mismo curso nuevamente, ya que no existen compromisos más allá de los ciclos normales, por la modalidad de contratación basada casi en su totalidad en horas clase. Segundo caso: puede ser también que el catedrático reciba notificación con muy pocos días de anticipación y deba desistir debido a otros compromisos. Tercer caso: se puede mencionar también las presiones que existen en las Instituciones de Educación Superior, a su interior, en el sentido de darle oportunidad a otras personas recomendadas. Todo ello se traduce en una alta rotación en el medio docente.

Se destaca también la falta de arraigo del docente con la cultura de la Institución de Educación Superior a la que sirve. Esto es lo normal, ya que el docente se limita a impartir el número de clases contratadas y , por su agenda, es poco probable que desarrolle vínculos fuertes, a menos que se tomen otras medidas.

El docente también experimenta problemas cuando las Instituciones de Educación Superior le solicitan utilizar plataformas informáticas para las que él no está acostumbrado o no las utilizan. Gestores de contenidos como Moodle, Zakai,

Blackboard; programas de videoconferencias como webex o gotomeeting: plataformas de verificación de autoría como el turnintin: las mismas plataformas administrativas que se usan para el registro de notas, programas de estudio, etc. Hay profundas asimetrías entre las Universidades… Algunas no cuentan siquiera con aulas virtuales.

El docente, por otra parte, deben contar con un verdadero arsenal de metodologías que permita que el alumno se involucre y motive en la clase. Desde la preparación de la clase magistral – con o sin ayuda del powerpoint – , pasando por los ejercicios grupales, dinámicas de grupo, videos tutoriales, trabajos grupales, exposiciones, etc. Todo ello referido a formar al alumno competencias que le servirán en su vida profesional.

En ese sentido, existen iniciativas esperanzadoras en las cuales se les brinda a los catedráticos oportunidades de seguir su formación continua con programas de becas, asistencia a congresos, conferencias, etc. Iniciativas en las cuales se promueve el trabajo investigativo y se valora la producción intelectual, como es el caso del ICTI de la Universidad Francisco Gavidia.

Reto 5 : El alumno y su entorno cultural

AlumnoPartamos del hecho de que todos los estudiantes se matriculan deseando obtener un título que les acredite su carrera como Técnicos, Ingenieros o Másters. Y siendo esa la meta, para la gran mayoría la perspectiva que tendrán sobre la exigencia académica estará reñida con su objetivo último. De esta forma, su satisfacción será mayor cuanto menos exigencias se le planteen. Y …., pues … seamos sinceros: la logística no es fácil.

El alumno interesado en aprender lee, estudia, aprende y pregunta. Sabe que su participación en clase le permitirá avanzar por lo que escucha con atención y expresa lo que entiende en clase. Es el alumno que llega temprano, que se sienta adelante, que participa, que pregunta, que “cae mal” a otros por interrumpir al profesor, etc.

Casi siempre pregunto a mis alumnos qué tan importante es para ellos la logística. Invariablemente, las posiciones se tornan serias y me dicen que es muy importante y que estudian ello para aprovechar oportunidades laborales dentro y fuera de la empresa – los que trabajan – y para incrementar las posibilidades de obtener un trabajo. “Bueno – contesto – si esto es así, bien por ustedes, Pero díganme una cosa: en los últimos seis meses, cuántos libros has comprado de logística?” Ante el silencio, reformulo la pregunta. “A ver : en los últimos seis meses , cuántos libros has leído de logística”. Vuelve el silencio. “A ver: en los últimos seis meses, cuántos artículos de logística has leído?” Y mejor, al ver el silencio del grupo, debo cambiar de tema, pues la lectura es un tema tabú en nuestras aulas

Otro reto que tiene la logística es la capacidad expresiva que requiere. Debemos desarrollar en el alumno la capacidad expresiva, tanto en lenguaje oral como escrita. Quien lee mucho, se expresa bien. Quien no lee mucho, se le dificultan las cosas , porque no ha aprendido a estructurar sus ideas. Como dato curioso, les comparto que, en los jurados de grado en que participo, me he percatado que la mayoría de los alumnos que reprueban no es porque desconocen los temas que se les preguntan, sino por puro nerviosismo.

Y qué decir de las tesis de grado? A la mayoría de los alumnos les parece que escribir una tesis es algo complicado y aburrido y prefieren otras instancias para terminar los requisitos de graduación. Personalmente creo que por el bien de la logística deberían haber más tesis sobre ella por cuanto la literatura sobre casos nacionales es muy escasa y esta es una oportunidad valiosa para conformar un cuerpo de conocimientos en una disciplina reciente. Se requiere más literatura sobre experiencias en la aplicación de técnicas logísticas en nuestro medio. Deben integrarse grupos interdisciplinarios para ver cómo los enfoques logísticos pueden ayudar al Mercadeo, a las Finanzas, a las diversas Ingenierías y, sobre todo, es una prueba de fuego para ver si se puede transformar o incidir sobre la realidad. Pero deben ser tesis pensadas utilizando lineamientos básicos en todas ellas y permitir investigar qué pasa en los principales sectores de la economía nacional.

Recordemos que la logística cambia de industria en industria y lo que es completamente normal en una, puede no ser aplicable en otra. Ejemplos de la industria farmacéuticas no aplican a la industria aeroespacial o a la parte comercial de una industria ferretera. Será entonces un plus documentar la investigación nacional en todas las áreas y motivar a la lectura de ellas mediante trabajos, resúmenes, análisis, etc.

La actualización en temas logísticos requiere mucho esfuerzo, tiempo y dinero. Con todas las limitaciones existentes también considero como pilar fundamental del desarrollo logístico desarrollar tesis encaminadas a la elaboración de cuadernos de cátedras, casos multimedias, investigaciones sectoriales, elaboración de recursos didácticos nacionales, etc. Debemos buscar general competencias laborales basadas en aspectos prácticos de la logística y cuidar el escaso conocimiento que se difunde en las aulas.

En esta época, nuestros alumnos son privilegiados al contar con fuentes instantáneas de información de casi cualquier cosa que se les ocurra. El problema es la comprensión y la generación de criterios. El esquema enseñanza-aprendizaje basado en lecturas y clases magistrales ya no es un modelo válido inobjetable, sino que hay que involucrarnos todos en una educación de calidad que contemple aprendizaje basado en problemas, aprendizaje basado en proyectos, metodología de casos, etc.

Reto 6 : La crisis actual

Y, finalmente, el último gran reto es superar la propia crisis en la que estamos sumergidos. No sólo desvía recursos hacia la mera supervivencia, dejando en plano secundario la formación para el mediano y largo plazo.

Algunas realidades:

  • Instituciones educativas con infraestructuras subutilizadas que clases o bien muy temprano por la mañana o bien por la tarde hasta la noche.
  • Catedráticos que preparan sus clases después del trabajo, después de ver a su familia. En los ratos que queda tiempo.
  • Alumnos que por representar sostén económico familiar llegan a dormir a clases. O bien están presentes en el cuerpo, pero ausentes ….
  • Empresas con problemas, pero que prefieren sufrir a abrir sus puertas a investigaciones, propuestas, etc.

La crisis asusta. La crisis golpea. Dentro de todo ello, la logística resulta de tremenda actualidad para sus practicantes. Experta en hacer más con menos, garantiza la ejecución sobre una base planeada y razonablemente económica. Su labor permite alumbrar verdades en las empresas, visualizar ineficiencias en su cadena de suministro, flexibilizar los esquemas tradicionales de análisis y lograr empresas competitivas más orientadas al cliente y sus necesidades.

Y es que la crisis, para el logístico, es un fenómeno cotidiano, su materia prima. Es el pan de cada día. Hay que perseverar mucho más en la difusión de la logística. Hay que trabajar mejor.

Jorge Valencia 

Somos un grupo de profesionales de la Logística y del Marketing Digital que cree en la divulgación libre del conocimiento como fórmula de crecimiento personal y profesional.